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Columna: Más fe en la democracia

Mario Waissbluth

SEÑOR DIRECTOR

Resultan algo agotadoras las campañas del terror que esgrimen los detractores del proceso constituyente llamando a rechazarlo. Parten de la base que el resultado final producirá caos, eliminación del derecho de propiedad, eliminación del Tribunal Constitucional, pérdida de la autonomía del Banco Central, y numerosas plagas afines.

Sin embargo, la Ley 21.200 especifica minuciosamente este proceso, estipulando que “comunicada al Presidente de la República la propuesta de texto constitucional aprobada por la convención, éste deberá convocar… a un plebiscito nacional constitucional para que la ciudadanía apruebe o rechace la propuesta. El sufragio en este plebiscito será obligatorio…”.

Los “rechacistas” presuponen entonces que el 51% de la ciudadanía será lo suficientemente ignorante como para aprobar una Constitución absurda, después de un proceso de más de un año en que cada artículo de la nueva Constitución, así como el conjunto de la misma con sus inclusiones y omisiones, habrá sido divulgado, discutido y desmenuzado hasta el cansancio en la prensa, medios y redes sociales.

En este plebiscito participarán los mismos votantes que han estado alternando entre la centro izquierda y la centro derecha en sucesivas elecciones presidenciales, todas con un ajustado resultado final, ya por treinta años. Un poquito más de fe en la democracia y la sensatez ciudadana, por favor.

Columna publicada en La Tercera, el 16 de marzo.