Tras la destitución del Director de la ex Posta Central, producto de las esperas en la atención de urgencia que llegaron a 20 horas [1], el tema de las colas vuelve y cómo estas inciden negativamente en la percepción de la gente sobre el servicio y, a la vez, sobre el gobierno vuelve nuevamente a la agenda. Se trata de un problema muy amplio que abarca desde los consultorios, con las filas para pedir hora -que comienzan en la madrugada [2]-, hasta aquellas que se forman para retirar los remedios que los pacientes deben consumir. Los hospitales tampoco están exentos, donde las situaciones de espera son recurrentes.
Se pretende estudiar el tema de las colas sobre el sistema de salud público de Chile, asunto muy relevante para los enfermos y sus familias, así como para el gobierno. Basta ver los anuncios rimbombantes que este realizó cuando anunció que había logrado eliminar las listas de espera AUGE, aunque luego los cuestionamientos de Contraloría sembraron la semilla de la duda [3], la cual es difícil de disipar, independiente de si el plan fue o no efectivo.
Las filas generan frustración, impotencia y un sentimiento de abandono de promesas incumplidas y segregación. Mientras una encuesta sitúa a dos clínicas nacionales entre las mejores de Latinoamérica [4], el sector estatal mantiene sus problemas tradicionales, afectando la imagen del Ejecutivo. En consecuencia, atacar esta situación es una medida efectiva para transmitir que se está haciendo algo por la gente más pobre de Chile y así lograr incrementar la simpatía electoral con la coalición de turno.
El problema que afectó a la ex Posta Central, según su ex Director, tiene un origen demográfico que se suma a un desalineamiento del objetivo [5], desde la cúpula hacia abajo. Y aunque reconoce los problemas, no logró corregir su liderazgo, tema complejo porque su profesión no está enfocada en la gestión y administración; luego tratar de lidiar con las colas, aspecto alejado de su área de expertise, le es difícil.
Los servicios de salud en Chile son sistemas complejos. En consecuencia, el tradicional uso de la lógica aristotélica no funciona en forma óptima [6], sino que se requiere de flexibilidad con un adecuado sistema de control. Un aspecto complicado, ya que los pilares de la organización, es decir, los médicos -caracterizados por su resistencia al cambio- no se ven dispuestos a ser sometidos a indicadores cualitativos y cuantitativos que permitan mejorar su desempeño. Por ejemplo, está el caso de la incorporación de la ficha electrónica, desde hace aproximadamente 10 años. Y si bien se cuenta con la tecnología para implementarla a gran escala, las objeciones de los profesionales del área de la salud lo ha impedido.
Para generar una política pública, a grandes rasgos, se puede decir que es común comenzar por el diagnóstico, determinar los problemas críticos, diseñar una estrategia, ejecutar los cambios y, finalmente, evaluarlos [7]. En el caso de las colas del sistema de salud, al menos los dos primeros puntos están identificados, pero los restantes no han sido abordados con la intención de generar soluciones definitivas ni tampoco se han creado los quick wins necesarios que demuestren a los funcionarios que las modificaciones son esenciales y que van en la línea correcta.
Es recurrente que las reformas nazcan de las crisis, el tema es que en los servicios de salud estas son recurrentes y transversales a la coalición gobernante. Por ejemplo, a más de ocho años de la mediática muerte del músico Eloy Alquinta que esperó varios horas en la urgencia del Hospital Salvador, siendo finalmente traslado por familiares a la Posta Central donde falleció [8] -y asunto abordado en ese entonces por el Ejecutivo- las filas aún persisten. El detalle está en que existe un trade off. Por un lado el cambio es difícil, ya que existe una resistencia tácita a este y más aún en salud, donde se tiene que lidiar con médicos empoderados producto de la escasez de profesionales. Dejar la situación como está otorga dividendos políticos a través de la publicidad explícita de las colas en invierno, donde se promociona a los funcionarios públicos y a altas autoridades acudiendo a los hospitales con tal de mostrar preocupación e intención de corregir el problema. En el otro extremo está la solución, compleja de abordar en un período de gobierno, que abarca muchos factores exógenos (e inclusive tratar aquellos factores endógenos es arduo) generando incentivos para entregar soluciones maquilladas que evidencien trabajo más no solución.
Al tratar de abordar de manera exhaustiva el problema de las colas en urgencia, fenómeno cíclico ya que alcanza su peak en época de invierno y decrece en verano, los hospitales de campaña del Ejército [9] han sido una solución parche que permite aumentar la capacidad frente a una situación crítica. Esto, claro, se hace en lugares puntuales que presentan mayor demanda, mas no es una solución para el sistema global.
Además, es vital establecer la relación que se produce entre los consultorios y los hospitales. Debido a que los primeros son deficientes, la gente prefiere evitarlos, lo que incide en la cantidad de personas que llegan a urgencia, destacándose el hecho de que por cada tres pacientes, uno de ellos presenta dolencias menores [9]. De aquí que resulta razonable derivarlos a los consultorios, pero estos de por sí están con su capacidad a tope, luego no es trivial generar una solución razonable.
Las colas son un tema de políticas públicas, por lo que es vital establecer las medidas necesarias para solucionarlas. Primero, es innegable que la demanda es mucho mayor que la oferta, frente a lo cual se necesita una visión estratégica de largo plazo que trate de aminorar esta brecha, como es la construcción de nuevos hospitales que permitan descongestionar la aquejada capacidad del sistema. En el corto plazo es vital aprovechar las herramientas tecnológicas presentes, comenzando por masificar la ficha médica electrónica que puede facilitar la búsqueda de información, ahorrando tiempo y con esto incrementando la cantidad de gente que se puede atender y así elevar el número de pacientes por unidad de tiempo. Una medida que es compleja y que requiere de gran voluntad política para enfrentar a los médicos.
En este sentido, una idea interesante fue la que implementó el Hospital San José que decidió abrir la agenda médica para todo el año [10]. El problema con esto es que la institución desconoce si tendrá los médicos necesarios para cubrir la demanda, aunque por lo menos, según lo declarado por su Director, las colas se han reducido en forma significativa.
El tema de las colas es un problema atingente para la población más pobre y una oportunidad política para el gobierno de turno. Para tratarlo se debe generar una visión sólida de largo plazo, así como quick wins que se enfoquen en el corto plazo. Para esto es vital la mejora de los consultorios de tal manera de evitar que se traslade la demanda de estos hacia las urgencias, producto de la mala atención, y sin olvidar la incorporación de Tecnologías de la Información. Este aspecto es vital para la transparencia y para acelerar el acceso a las fichas y así lograr reducir el tiempo de búsqueda que, en suma, contribuye a perfeccionar la capacidad del sistema y con ello mejorar las condiciones de atención de la gente más pobre de Chile.
Javier Alejandro Alister Rodríguez
Bibliografía
[1] La Tercera, (septiembre 2012). “Gobierno destituye a director de ex Posta Central ante nuevo colapso del Centro Asistencial”. Disponible en: http://www.latercera.com/noticia/nacional/2012/09/680-485182-9-gobierno- destituye-a-director-de-ex-posta-central-ante-nuevo-colapso-del-centro.shtml
[2] Chilevisión, (junio 2012). “Colas de madrugada para lograr horas en consultorio”, Direcmed. Disponible en: http://www.direcmed.cl/Noticias/Sector-Salud/colas-de-madrugada-para-lograr- horas-en-consultorio.html
[3] Radio Santa María, (agosto 2012). “Contraloría determinó que más del 44% de la listas de espera AUGE fueron eliminadas vía administrativa”, Radio Santa María. Disponible en: http://www.radiosantamaria.cl/rsm/component/content/5545.html?task=view
[4] Las Heras, J., (octubre 2012). “Inequidad en la atención de salud”, La Tercera. Disponible en: http://diario.latercera.com/2012/10/05/01/contenido/opinion/11-119774-9- inequidad-en-la-atencion-de-salud.shtml
[5] Cooperativa.cl, (septiembre 2012). Ex director de la Posta Central: “Se necesita un cambio en la atención de urgencia”, Cooperativa. Disponible en: http://www.cooperativa.cl/ex-director-de-la-posta-central-se-necesita-un-cambio-en- la-atencion-de-urgencia/prontus_nots/2012-09-27/192614.html
[6] Waissbluth, M., (febrero 2008). “Sistemas complejos y gestión pública”, CEGES, Disponible en: http://www.dii.uchile.cl/~ceges/publicaciones/99%20ceges%20MW.pdf
[7] Waissbluth, M., (diciembre 2008). “Gestión del cambio en el sector público”, CEGES, Disponible en: http://www.dii.uchile.cl/~ceges/publicaciones/109%20ceges%20MW.pdf
[8] Cooperativa.cl, (marzo 2004). “Familia asegura que Eloy Alquinta no recibió atención oportuna en Hospital Salvador”, Cooperativa. Disponible en: http://www.cooperativa.cl/noticias/entretencion/musica/los-jaivas/familia-asegura- que-eloy-alquinta-no-recibio-atencion-oportuna-en-hospital-salvador/2004-03- 15/115006.html
[9] Said, J., (julio 2012), “El ejército a las urgencias”, eldinamo. Disponible en http://www.eldinamo.cl/blog/el-ejercito-a-las-urgencias-solucion-o-parche/
[10] Casablancahoy, (octubre 2012). “Hospital San José abrió agenda médica para todo el año”, Casablancahoy. Disponible en: http://www.casablancahoy.com/asite/2012/10/05/hospital-san-jose-abrio-agenda- medica-para-todo-el-ano/