Tan pronto Joaquín Lavín perdió su cargo como Ministro de Educación en 2012, y fue trasladado al Ministerio de Desarrollo Social, comenzó una de las aventuras ideológicas más aberrantes posibles… en el mundo de la educación. Le costó “sacar la pata del enchufe” educativo a pesar de haber perdido el cargo por confesar cándidamente en TV abierta que el había ganado plata como dueño de la U. del Desarrollo.
Como parte de los bonos sociales del Ingreso Etico Familiar, inventó nada menos que…. pagar por buenas notas. Este bono consiste en un aporte económico a las familias de escolares de quinto básico a cuarto medio, cuyo desempeño académico se encuentre dentro del 30% mejor de sus cursos. Las familias de los estudiantes más vulnerables del país recibirían así $ 50 mil cuando sus hijos estén dentro del 15% superior en ese año, y $ 30 mil si pertenecen al 15% siguiente.
Educación 2020 fue el 2012 en delegación, encabezada por su servidor, a rogarle al ministro que no lo hiciera. A suplicarle. Le dijimos que esto destruía la cooperación en el aula, base esencial de los modelos pedagógicos modernos, en que los alumnos trabajan en equipo para solucionar problemas de manera creativa y cooperativa. Esto, le dijimos, deterioraría aún más el de por si deteriorado clima de muchas escuelas vulnerables.
Así, la competencia mercantil no sólo sería entre escuelas… se trasladó al interior del aula. Al haber incluso niños de quinto básico metidos en este esquema, es decir, de 11 años, esto incluso tiene tufillo a trabajo infantil.
Le explicamos además que no existe evidencia empírica alguna en el mundo de que esto se haya aplicado, ni menos que logre un efecto positivo en el rendimiento escolar, salvo un esquema vagamente similar en Kenia, pero que en realidad se aplica a las mejoras notas de una zona geográfica amplia, con lo cual no compiten dentro del aula o la escuela.
No hubo caso. Fue como hablarle a una pared. “Hay que premiar el esfuerzo” dijo y repitió don Joaquín. Después, en el 2014, reclamó que las nuevas reformas eran “ideologizadas”. Quedó en evidencia que las reformas son “ideologizadas”… cuando no corresponden a su muy peculiar ideología. Of course.
Hasta aquí, vaya y pase. Menos mal que el bono es por un monto relativamente reducido. Si fuera más, el impacto sería aun más grave, y deterioraría las relaciones entre los apoderados, los niños y los profesores. Formar una comunidad de aprendizaje en este contexto sería casi un contrasentido.
Cual sería nuestra sorpresa cuando el actual gobierno decidió proseguir con la mercantilización de las aulas. Mal que mal, bonos son bonos, y ganan votos. Fuimos a reclamarle a la anterior ministra de Desarrollo Social, la cual pareció preocuparse y prometió mirar seriamente el asunto. Pero duró poco en el cargo.
Llegó de ministro Marcos Barraza…. del Partido Comunista… y sorpresa, sorpresa, el pasado 7 de Septiembre salió orgullosamente a la televisión a anunciar el pago en la temporada 2015 del “bono de logro escolar”, estimado para 210 mil familias.
En nuestros trabajos de terreno con escuelas vulnerables nos hemos enterado que la mayoría de las familias, felizmente, no está enterada hasta que reciben la plata, aunque muchos no entienden muy bien por qué, pero se ponen contentos cuando les llega un cheque. Las carencias comunicacionales y la mala gestión del bono hicieron -por lo menos- que el daño al interior del aula no sea tan grave. Obviamente los apoderados de los niños que no lo reciben están todavía en el limbo… menos mal.
ministro Barraza: El daño cometido todavía no es importante. El proyecto de ley para transformar el condenado bono en uno más inocuo, por ejemplo, por asistencia, o por mejora de rendimiento en lugar de rendimiento absoluto, o por los mejores desempeños de la comuna en lugar del aula, tendría dos o tres líneas. Igual puede usted seguir dando bonos a la misma cantidad de familias vulnerables y anunciarlos por la tele.
¿O quiere usted pasar a la historia, al igual que en su momento el ministro Arrate con el copago, como un ministro de izquierda que dio otro pasito adelante en la mercantilización del sistema educativo? El PC usando políticas lavinistas es casi un chiste si no fuera por lo triste. O en una de esas, Nicanor Parra tenía razón: la izquierda y la derecha unidas, jamás serán vencidas.
Mario Waissbluth
“Voces de La Tercera”, 14 de septiembre de 2015