El mercado del sector público en el ámbito de las TI’s es muy relevante en muchos países, lo cual debe llevar a definir cual es el mejor modelo que el estado debiera adoptar para lograr una mejor gestión, tanto desde el punto de vista de las decisiones, como del uso de recurso, esto es especialmente cierto en los grandes proyectos tecnológicos. En Finlandia el 23% del mercado TI corresponde a la participación que tiene el Estado, en el caso de Australia el gasto por empleado del gobierno federal es de aproximadamente US$ 8.630 anuales y la inversión es de US$ 3.058, lo que arroja un total de US$ 11.688 dólares anuales por empleado. Estas cifras llevadas a la realidad chilena, las estimaciones arrojan 90.000 empleados públicos en el gobierno central, lo cual implicaría que el estado de Chile debiera gastarse unos 1.050 millones de dólares anualmente, hoy el gasto según WITSA es de 315 millones de dólares, es cerca de un tercio del australiano. Si tomáramos la otra métrica, esto es la participación del mercado gobierno en Finlandia debiéramos andar por los 437 millones de dólares. Incluso nuestro gasto en el sector público es inferior al promedio de la región, como lo muestra la particpación porcentual del gasto TI en el sector público.
En Chile hace unos años la Dirección de Presupuestos realizó un análisis del gasto TI en el Estado, este estudio corresponde a una aproximación, ya que algunas partidas presupuestarias no son del todo identificables o bien agrupan otros elementos, en el estudio se llegaba a los 400 millones de dólares anuales, en un presupuesto fiscal de 40.000 millones, el 1% muy por debajo de países como Inglaterra y otros de la OCDE.
Pero por otro lado, en general existe una cierta percepción que la eficiencia del gasto o más bien que el valor del gasto en el gobierno central no es el más adecuado en esta área, es decir, gastamos poco y mal, para que decir en otros espacios tales como el nivel municipal. Eso ha llevado a algunos a plantear hace algunos años (2009), la idea de adoptar modelos como el caso del software público iniciado en Brasil, esto es, que todo lo que manda a desarrollar el Estado debe hacerlo en una modalidad de software abierto, con el objeto de que no se gaste dos veces en la misma cosa.
Una de las pregunta que ha rondado por mucho tiempo es: ¿cómo mejorar la gestión TI del Estado? Hace algunos años atrás la respuesta eran modelos del tipo más bien centralizados, esto es establecer oficinas central de gestión TI, esto con el andar de los años se descartó y prevaleció la lógica descentralizada, hoy vemos que en muchos casos se está revaluando.
En un modelo centralizado se pueden adoptar diversas estrategias de mayor o menor nivel de control sobre cada servicio público, un buen enfoque de análisis puede ser el caso de las oficinas de proyecto (PMO) en las cuales se utiliza la metáfora de la aviación, asociado a que tan cerca de la administración de cada servicio público llega el modelo centralizado y que tanta injerencia tiene en la administración, estos modelos son:
Creo que nuestros estados deben definir un modelo en este ámbito, emulando lo que hacen algunos países de la OCDE, como es el caso del Reino Unido, ellos han adoptado el modelo oficina meteorológica para los temas sectoriales, y una modalidad torre de control para las grandes soluciones transversales, y/o que involucran a más de un servicio público, probablemente el mejor ejemplo es la definición a este respecto del portal Gov.uk, el cual no sólo es el portal de trámites del estado inglés sino que además va a evolucionar como el sitio central de todas las instituciones del gobierno central ingles.
Otro elemento que entra en juego en esta discusión es respecto de la contratación pública TI, esto en función de los nuevos paradigmas que están surgiendo en este ámbito, y como estos pueden apoyar un mejor uso de los recursos públicos, algunas estimaciones dicen que nuestro estado desde un punto de vista de la adquisición de infraestructura existe una sobredotación cercana al 35%, el uso de modalidades de contratación cloud reduciría buena parte de esa sobredotación.
Uno de los principales desafíos de los países de la región es establecer mejores modelos de gobierno TI para su administración central, el cual haga más eficiente la adquisición de TI, la gestión de proyectos y finalmente genere un mejor aprovechamiento de recursos. Esto es algo que muchas corporaciones y grandes empresas privadas ya han entendido, estableciendo directrices y prácticas comunes, el Estado debiera moverse en esa dirección y establecer modelos de gobernanza más adecuados a la realidad actual.
Post Alejandro Barros
“El escritorio de Alejandro Barros”, 13 de abril de 2014