Una de las cosas que más llama la atención en los procesos de digitalización del Estado, es el esfuerzo desplegado en modernizar productos y/o servicios que a mi modo de ver no tienen mayor valor. Existen muchos productos que, si uno los analiza con calma, no tienen un valor en sí mismo, y que muchas administraciones públicas insisten en digitalizar, en este ámbito caen acreditaciones y certificados emitidos por órganos del estado.
Pensemos por un momento, ¿cuál es la finalidad de muchos de estos documentos?, cuyo principio es cierta condición o atributo de una persona natural o jurídica que es refrendada por el servicio público que emite el documento; en muchos casos su valor intrínseco tienen bastante poco.
Hace ya un tiempo que vengo insistiendo con este tema, en lo que respecta a usar modelos de interoperabilidad para eliminar los certificados, pero en los últimos meses he visto varios proyectos en la región, ninguno de ellos barato, que lo que buscan es automatizar la emisión de algún tipo de documento, en particular de certificados o acreditaciones, en lugar de hacerse la pregunta:
¿Estaremos resolviendo el problema correcto?
Ya que una vez digitalizado ese servicio, será muy difícil de eliminarlo a futuro, es muy habitual que las instituciones centren su valor público en el proceso de emisión del certificado, cosa que a mi modo de ver tiene bastante poco valor, al menos para el ciudadano.
Ahora bien, uno podría hacerse la pregunta: ¿qué tipos de servicios y/o productos entran en esta categoría? Aquí algunos criterios que ayudan a responder la pregunta.
La generación del producto es automática y sólo refleja data existente en bases de datos internas del servicio.
Su uso es porque resulta necesario para obtener otro servicio que si tiene valor público desde la mirada del ciudadano (por ejemplo: algún tipo de subsidio y/o beneficio).
Tiene una estructura simple (habitualmente identificación del solicitante y luego la acreditación de una cierta condición)
Se valorizan como un producto (siempre he tenido dudas como definen el precio, criterios que se usan y su actualización)
Si su servicio público tiene algún producto o servicio con esas características, por favor NO lo digitalice entendiendo eso como llevarlo desde papel a electrónico, por favor, ELIMÍNELO de su cartera de productos, desarrollando mecanismos alternativos para proveerlo, con las siguientes lógicas:
Respuesta desde sus sistemas, si beneficiario cuenta o no con ese atributo
Agregándolo a la cadena de valor, se a través de mecanismo de interoperabilidad transaccional o bien vía consultas masivas entre servicios públicos
Establecer la consulta con lógica asociada al servicio que se busca resolver, ejemplo: ¿esta persona tiene más de XX años?
Eliminar los cobros históricos por productos que no aportan valor público
Por favor, cuando hablemos de digitalizar trámites, intentemos ver más allá del paso del papel a lo digital, ya que son pocos los certificados que tienen valor en si mismo, en este momento sólo puedo recordar uno, los certificados de títulos y sólo en ciertas profesiones (abogados y médicos, gustan de colgar sus títulos en las paredes de las oficinas), y sino piense en lo siguiente:
¿Cuándo ha pedido un certificado de nacimiento para enmarcarlo y colgarlo en una de las murallas de su casa?
El Escritorio de Alejandro Barros, 30 de mayo de 2017