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Visión, sentido e instituciones

Pablo González

Pablo González, Director CSP

Las ventajas competitivas de una nación están determinadas por su institucionalidad y su historia. Los recursos con que pueda contar dependerán en gran medida de lo anterior. Un país puede hacer poco para tener más recursos naturales, pero su institucionalidad determinará su capacidad para sacar partido de ellos. Los recursos humanos y el capital que pueda movilizar dependen de su institucionalidad y de su trayectoria pasada, tanto en su disponibilidad como en su uso. Por esto, la capacidad de desarrollo de los países depende de su capacidad para hacer quiebres institucionales con su historia

Este quiebre es posible. Lo han hecho en pocos años naciones tan distintas como las escandinavas, Nueva Zelandia, Irlanda, Japón y Corea. Ningún país latinoamericano, aún, y esto ayuda a mantener modelos de desarrollo tan variados en el continente. Un quiebre “lo saben los directores de empresas exitosas” requiere una visión que movilice y alinee esfuerzos y energías. Las decisiones de los emprendedores que determinarán el futuro de una nación se orientan por visiones de futuro que les permiten navegar en un mar de incertidumbres.

En el informe de desarrollo humano 2009 del PNUD “La manera de hacer las cosas” aparece el sentido de futuro como una de las variables claves que permite la introducción exitosa de reformas o la transformación de prácticas tensionadas por cambios culturales.

Junto con otras variables de la subjetividad, se destacan también factores institucionales como los mecanismos de exigibilidad, que permiten generar confianza en el cumplimiento de los compromisos, y los de gobernanza, que facilitan las coordinaciones y la resolución de conflictos. Sobre ellos entra a jugar la estructura de incentivos, que determina, para bien o para mal, los fines que perseguirán laspersonas y las organizaciones. Más allá de las motivaciones de reconocimiento y altruismo, el esfuerzo creativo de las sociedades se concentra donde hay mayores recompensas. La piratería se ha vuelto a desarrollar en pleno siglo XXI porque la estructura de premios y castigos lo permite y alienta.

Estos conceptos tienen aplicación en cualquier ámbito de la vida nacional, especialmente en las políticas públicas. Por ejemplo, consideremos el ámbito de los recursos humanos, pieza fundamental para dar el gran salto. Se están introduciendo mecanismos para mejorar la exigibilidad, ¿se están dando las atribuciones que deben acompañar las responsabilidades? ¿Cuáles son las recompensas a la innovación creativa que nos acercan a la visión? En el nivel de posgrado, ¿cómo se articulan más de dos mil becas de posgrado con las necesidades de desarrollo del sistema de educación superior? En investigación, hay centros en Chile que están entre los mejores del mundo en su disciplina y el país es hoy suficientemente atractivo para buenos estudiantes de otros países latinoamericanos. Una buena estrategia de fortalecimiento de los buenos centros y de cooperación sur-sur podría acelerar la acumulación de inteligencia. Bien saben países como Estados Unidos el valor de esa apuesta. Liderazgo es hacer sentido de todas esas piezas, aparentemente sueltas, en torno a una visión.

No es el mercado a secas el que lleva a los países al desarrollo; es la capacidad de la sociedad para crear el ordenamiento institucional y los recursos para que el mercado “y lo que está fuera del mercado” nos lleve hacia donde queremos. Liderazgo político es dibujar un horizonte futuro alcanzable y encender una llama en el presente, la confianza en un futuro posible.