El objetivo del proyecto fue acompañar a la Comisión Nacional de Riego (CNR) en el análisis y evaluación de su programa de teletrabajo, como parte de sus esfuerzos por fortalecer la calidad de vida laboral de sus funcionarios/as y avanzar en procesos de modernización institucional.
El trabajo incluyó una caracterización detallada del diseño e implementación del programa, considerando tanto a personas que participaron formalmente de la modalidad de teletrabajo como a quienes continuaron en formatos presenciales o excepcionales.
Para ello, se aplicó una metodología mixta que combinó análisis cuantitativos y cualitativos. Se realizaron dos aplicaciones de encuestas a toda la dotación institucional, 13 entrevistas individuales y 4 grupos focales, lo que permitió recoger evidencia robusta respecto a los efectos del teletrabajo en variables como la satisfacción laboral, la conciliación vida-trabajo, la percepción del rol de las jefaturas, la carga laboral y la salud mental.
Además, se revisaron antecedentes institucionales, normativas internas y lineamientos estratégicos, lo que permitió contextualizar el programa dentro del proceso de aprendizaje organizacional de la CNR.
El proyecto concluyó con un conjunto de recomendaciones estratégicas orientadas a fortalecer la política de teletrabajo de manera progresiva y equitativa. Entre ellas se encuentran el desarrollo de un plan de comunicaciones, capacitaciones diferenciadas para jefaturas y equipos, mecanismos de monitoreo del desempeño, acciones de cuidado psicoemocional, y lineamientos para abordar la equidad de género.
El estudio permitió identificar una alta valoración del teletrabajo entre funcionarios/as, especialmente en aspectos como la flexibilidad, el rol cercano de las jefaturas y el bienestar general. Sin embargo, también se evidenciaron desafíos relevantes, como dificultades en la gestión del tiempo, brechas de salud mental y percepciones de inequidad entre quienes accedieron o no a la modalidad formal de teletrabajo.
Asimismo, se observó una heterogeneidad importante en las prácticas de liderazgo y una falta de lineamientos comunes para la implementación del programa en las distintas áreas. Esto motivó la formulación de un conjunto de recomendaciones prácticas, con el objetivo de consolidar una política institucional de teletrabajo más clara, equitativa y sostenible en el tiempo.