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Septiembre 2022 · Noviembre 2022

Evaluación Final del Primer Plan Nacional de Derechos Humanos

Objetivo: Realizar un análisis de los resultados de las acciones definidas en el PNDH y su impacto en el abordaje de problemas relacionados al ejercicio de los derechos humanos. Asimismo, en relación con el rol de la Subsecretaría de Derechos Humanos, se deberá considerar el impacto de las asistencias técnicas en la implementación de las acciones que fueron parte de ese proceso.
Instituciones: Subsecretaría de Derechos Humanos
Temáticas: Desarrollo Humano e Infancia, Evaluación de programas
Sectores: Justicia y derechos humanos
Jefe de Proyecto
Director Académico y Experto en Políticas Públicas
Director Ejecutivo
Coordinador e Ingeniero de Proyectos
Experta en Evaluación de Políticas Públicas
Ingeniero de Proyectos
Profesional de Análisis Cualitativo
Profesional de Análisis Cualitativo

Descripción

Se realizó la evaluación final del Primer Plan Nacional de Derechos Humanos (2018–2021) a partir del análisis de los resultados e impactos del Plan, incluyendo el rol de las asistencias técnicas en su implementación y considerando una metodología mixta, que combinó revisión documental, análisis de datos institucionales, entrevistas, grupos focales, una encuesta a funcionarios y un panel de expertos. El trabajo se basó en tres enfoques complementarios: teoría de cambio, enfoque basado en derechos humanos (EBDH) y valor público.

Los resultados esperados del proyecto se definieron como entregar recomendaciones para mejorar u optimizar distintos componentes de futuros PNDH, en particular el diseño de las acciones que conforman este instrumento y las diversas formas de implementar estos compromisos, identificando fortalezas, debilidades y claves para la gobernanza y sostenibilidad de futuros planes.

Resultados

Los resultados de la evaluación del Primer Plan Nacional de Derechos Humanos (PNDH) muestran que el Plan logró instalar una política pública inédita en Chile, con amplio alcance interinstitucional, que movilizó a 43 instituciones en torno a 608 acciones en 15 capítulos temáticos. Se constató un alto nivel de cumplimiento formal (91%), especialmente en acciones de tipo normativo y de gestión interna, aunque con menor impacto directo en los titulares de derechos. La evaluación identificó avances en la institucionalización del enfoque de derechos humanos en el Estado, mejoras en coordinación interinstitucional, y mayor conocimiento de funcionarios sobre la materia. Sin embargo, se evidenciaron importantes brechas en la apropiación sustantiva del PNDH por parte de algunas instituciones, en el involucramiento de la sociedad civil, y en la capacidad de traducir acciones en cambios efectivos en el ejercicio de derechos. Asimismo, el plan mostró debilidades en mecanismos de seguimiento, monitoreo y evaluación, así como escasa visibilidad pública. En conjunto, el PNDH generó capacidades relevantes pero todavía incipientes en el Estado, y su potencial transformador se vio limitado por restricciones operativas, presupuestarias y de gobernanza.

Las recomendaciones que se dieron para los siguientes PNDH se estructuran en base a dos dimensiones, diseño del PNDH y condiciones de aplicación del PNDH. Luego, las recomendaciones en torno a cada una de ellas son las siguientes:

  1. Diseño del Plan Nacional de Derechos Humanos
  • Fines transformadores y valor público: Los futuros PNDH deben tener propósitos ambiciosos que apunten a transformar las dinámicas institucionales del Estado en materia de derechos humanos, incluyendo una propuesta formal de valor público como parte integral del diseño del plan.
  • Diagnóstico y líneas base: Es fundamental contar con un diagnóstico integral que identifique deficiencias institucionales, conocimientos y prácticas de los funcionarios, y brechas de recursos, para proyectar transformaciones claras y alcanzables en derechos humanos.
  • Teoría del cambio validada: Los futuros planes deben incorporar una teoría del cambio clara, con insumos, actividades, resultados y propósitos definidos, que sea validada por todas las agencias involucradas en su ejecución.
  • Fortalecimiento del monitoreo y participación: Se requiere un sistema robusto de monitoreo, evaluación y retroalimentación, que supere el autorreporte, se vincule con los objetivos transformadores del plan y garantice participación ciudadana efectiva durante todo el ciclo del PNDH.

2. Condiciones de aplicación del Plan Nacional de Derechos Humanos

  • Gestión coordinada e intersectorial: Si bien el primer PNDH permitió controlar la gestión individual de las agencias del Estado, se recomienda avanzar hacia una mayor coordinación interinstitucional y articulación con otros planes y políticas, promoviendo acciones colaborativas e indicadores comunes para enfrentar problemáticas complejas desde una lógica intersectorial.
  • Fortalecimiento y especialización de las asistencias técnicas: Las asistencias técnicas han sido útiles para instalar conocimientos básicos sobre el enfoque de derechos humanos, pero deben profundizarse e incluir apoyo en diagnósticos sectoriales y temáticas especializadas como género, infancia, discapacidad, interculturalidad y migración, aprovechando la articulación con agencias especializadas del Estado.
  • Apoyo político e instrumentos de gestión: La implementación efectiva del PNDH requiere respaldo político de alto nivel y el uso de instrumentos de política pública que faciliten su ejecución, como fondos, incentivos y herramientas de gestión que comprometan al conjunto del aparato estatal más allá de la Subsecretaría.
  • Participación social continua y mecanismos de exigibilidad: Para mejorar la legitimidad del PNDH, se recomienda ampliar la participación de academia, sociedad civil y ciudadanía no solo en su diseño, sino también durante toda su implementación, a través de mecanismos permanentes, públicos y dotados de recursos que aseguren su monitoreo y exigibilidad ciudadana.