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Nuevo huso horario, análisis poco riguroso

Alejandro Barros

 

Jugando con el relojHace unas semanas, última semana de enero para ser más preciso, conocimos del Informe de Monitoreo de Indicadores del Comité Interministerial del Cambio de Hora (pdf), en el cual se informa sobre el análisis realizado durante el año 2015, de las diferentes alternativas de huso horario que debiera adoptar nuestro país, así como la conveniencia o no de utilizar el cambio de hora.

Dicho informe parte señalando que:

En enero del año 2015, el Ministerio de Energía anunció que el Gobierno había decidido mantener en forma indefinida un horario único en Chile continental e insular, tomando en consideración variados estudios sobre la materia y efectos que genera un cambio de horario dos veces al año. Los estudios, contratados en los años 2009 y 2014 han dado cuenta que la medida de cambio de horario se sostenía en una premisa de ahorro energético que en la actualidad había dejado de tener vigencia.

La decisión generó variadas opiniones en el Congreso Nacional, en la población y en algunos sectores productivos, tanto de rechazo a la medida como de apoyo e indiferencia, razón por la cual el Ministerio de Energía inició una ronda de conversaciones con distintos actores que culminaron en la necesidad de realizar un proceso de monitoreo para recabar la mayor cantidad de antecedentes sobre los efectos de un cambio de horario en el país, constituyéndose un Comité de Monitoreo Interministerial El comité sesionó una vez por mes, presidido por el Ministro de Energía Máximo Pacheco, a partir del mes de Junio de 2015. El comité se constituyó con representantes de los ministerios de Economía, Agricultura, Educación, Salud, Interior y Transportes, actuando como secretaría técnica el Ministerio de Energía. 

Después de varias lecturas del informe, nos gustaría hacer algunas reflexiones en torno a su contenido, ya que suponemos, es la herramienta que se va a utilizar para mantener la decisión tomada en febrero del año 2015 de utilizar sólo un huso horario, el horario de verano hasta el año 2017 (año 2018 cambia la actual administración, dato no menor), queda la duda, si a partir de ese año empezaremos nuevamente a jugar con los cambios anualmente como lo hicimos durante cerca de 5 años.

El análisis del documento, lo hicimos desde los temas de específicos, de forma y aquellos que nos parecen más importante relacionados con el fondo del tema.

Temas específicos

  • Seguridad Ciudadana: se asume que todas las variaciones en los indicadores de delincuencia, son atribuibles a la luminosidad y no a otros factores, esto es aún más importante cuando sólo se están analizando dos periodos. 
  • Educación: hay poco cuidado en la selección de las variables. Por ejemplo, ¿realmente se espera ver el impacto del cambio de horario basado en la prueba SIMCE de 4to básico en un año?  Hay variables para las cuales no se muestran sus resultados, sólo aparecen valores relacionados con ausentismo, el que, eventualmente, puede que no tenga nada que ver con cambio de horario. Esto es como si quisiéramos entender el cambio climático tomando la temperatura de 1 solo día! Quizás lo menos serio es que se describen 4 variables relacionadas con educación, pero sólo aparecen valores relacionados con una (ausentismo)! 
  • Consumo de Energía: hay otras variables no consideradas. Por ejemplo, en Concepción hubo una variación de consumo de energía el 0.28%. Puede ser que esto se deba a que hubo ofertas de refrigeradores más eficientes, por ejemplo? o que la temperatura fue mayor y se usó menos calefacción eléctrica? Puede ser que el 0.28% sea parte de la variación natural en las mediciones? No lo sabemos y huele a un uso excesivo de ceteris paribus. 
  • Opinión Ciudadana: varias de las encuestas corresponden a encuestas telefónicas, las cuales son poco representativas y además tienen un sesgo a segmentos socio económicos de altos ingresos, a los cuales les afecta menos el cambio de hora (auto propio, barrios de mayor seguridad, colegios privados, etc.). 
  • Salud: no hay ninguna referencia al impacto en la salud por el hecho de despertar oscuro, el cual se ha planteado en diversos medios de comunicación como un elemento relevante.

Forma

Algunos elementos de forma, que un documento de estas características debiera tener:

  • No se identifica claramente la autoría del documento
  • Se hacen referencias a estudios previos contratados (2009 y 2014) pero no se citan adecuadamente
  • Hay citas en el informe en las cuales no se hace referencias, precisas a los documentos utilizados

Aspectos de fondo

  • ¿Sólo beneficios? : Pareciera ser poco riguroso, hacer un estudio que busca sustentar una política pública de alto impacto, sobre la base de un informe en el cual sólo se analizan los beneficios, y no existe ninguna mención a sus costos directos e indirectos.  En general, para este tipo de decisiones parece más lógico hacer un análisis costo-beneficio, y a partir de allí tomar la decisión.  Por que, algo que es claro usar el huso horario de verano no es neutro desde el punto de vista de los costos.
  • Marcos temporales débiles: Para los análisis que se realizan en diferentes áreas se establece un marco temporal para el análisis, el cual desde el comienzo del informe se plantea para el periodo abril-octubre 2015, pero a la hora de mirar los números se es bastante poco riguroso con dicho marco y en varios casos se utilizan períodos más cortos (abril-junio).
  • Base de comparación: La base de comparación es de dos puntos, 2015 versus 2014.  Esto resulta poco riguroso, ya que las diferencias pueden deberse a temas puntuales y no atribuibles al cambio de hora.  Hubiera sido mejor un análisis respecto, por ejemplo, del promedio de los últimos 4 a 5 años versus 2015.
  • Proceso de análisis: En nuestra opinión el mayor problema del informe es que sólo muestra valores y porcentajes, pero no dice nada realmente convincente en favor de alguna hipótesis. Las hipótesis se enuncian al principio del documento ¡pero nunca se llega a una conclusión!

El documento entrega un montón de números, pero en realidad no los explica, ni justifica. Peor aún, el informe nunca responde la pregunta de si es bueno el cambio de horario. Al final, sólo aparecen frases como “Sin embargo, el cambio de hora no puede ser descartado, ya que en junio 2015 la hora de ingreso a clases fue anterior a la salida del sol, por lo que los estudiantes debieron movilizarse “de noche”. Es decir, puede que afecte, como puede que no.

Al documento no presenta un acápite de conclusiones a partir de los datos que entrega, no hay recomendaciones, se espera que un documentos de estas características concluya y entregue un conjunto de recomendaciones al Comité de Ministros o en su defecto a quien deba definir la política pública de cambio de hora.

Conclusiones 

Medir el impacto del cambio de horario es algo tremendamente difícil. Afecta virtualmente todas las actividades humanas y este efecto es muy difícil de cuantificar. Esto es especialmente cierto en un país que abarca tantas latitudes como Chile; el efecto va a ser muy diferente en el norte o el sur. Por lo mismo, no es serio hacer cherry-picking y tomar ciertas métricas del 2014 para compararlas con las del 2015. Creemos que, si se quieren hacer políticas públicas basadas en evidencia, ésta tiene que ser más elaborada que sólo mostrar algunos números.

 

Este post fue escrito a cuatro manos por Alejandro Barros y Alvaro Graves

Publicado en “El Escritorio de Alejandro Barros”, 16 de febrero de 2016